domingo, 21 de noviembre de 2010

Aibonito, Puerto Rico

Parroquia San José
Foto por: Joe Delgado

Aibonito fue fundado el 13 marzo de 1824 por don Manuel Vélez. Deriva su nombre del vocablo taíno Jatibonuco que significa "río de la noche". Este territorio una vez pertenecía a la Villa de Coamo y se le conocía como Laybonito, luego Aybonito y finalmente Aibonito. Una leyenda dice que un día un mosquetero español al mirar la montaña de Asomante y abrumado por la belleza del lugar exclamó "Ay, que bonito".

El primer templo católico en Aibonito fue construido en 1825. El edificio que se encendió en 1887 fue substituido por el templo actual, el cual fue terminado en 1897. Aibonito es el primer municipio en la ordenación de un festival dedicado a las flores, celebrado desde 1969. El Festival de las Flores se celebra cada julio. Es considerado como el acontecimiento más importante dedicado a las flores en la isla.


Etimología:

1- Se dice que un mosquetero español al mirar la montaña de Asomante y abrumado por la belleza del lugar exclamó "Ay, que bonito".

2- El lugar donde esta localizado el municipio, pertenecía al Cacicazgo de "Jatibonico", su cacique era Orocobix.

3- El hato ganadero del partido de Coamo, al cual pertenecía Aibonito, se llamaba "Laybonito".

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sábado, 20 de noviembre de 2010

Aguas Buenas, Puerto Rico

Parroquia Espíritu Santo

El pueblo de Aguas Buenas fue originalmente un sector del municipio de Caguas, al cual se le conocía como Aguabuena. Este territorio contaba con manantiales que tenían aguas puras y cristalinas. Para el 1798, un grupo de vecinos comenzaron a establecer sus casas cerca de uno de los manantiales y decidieron llamar al sector Aguas Claras.

La cantidad de vecinos fue aumentando con el pasar de los años. El 25 de julio de 1832 estos celebraron una asamblea y comisionaron en la misma a Don Francisco de Salas Torres y a Don Ramón Díaz como representantes para que hicieran las gestiones necesarias para conseguir que se fundara el municipio de la región de Aguas Claras. Don Julián López, uno de los vecinos, dispuso de diez (10) cuerdas de su terreno para que se estableciera el nuevo municipio; allí se construiría la plaza de armas, la iglesia, la casa del rey y la casa del cura.

Para el 1834, durante el gobierno de Miguel de la Torre, fue expedido el decreto autorizado la creación del municipio. Fue el 25 de mayo de 1838, bajo el gobierno de Don Miguel López de Baños, cuando la región de Aguas Claras pasó a ser el municipio de Aguas Buenas y sus pobladores Aguasbonenses. Don Francisco Salas Torres fue el primer capitán poblador o alcalde. En sus comienzos el municipio tuvo dificultades económicas y administrativas. Paulatinamente los vecinos fueron desarrollando la agricultura. La economía del pueblo se basaba en el cultivo de café y en el comercio. Con el desarrollo la población de Aguas Buenas fue creciendo y contaba con 7,000 habitantes para finales del siglo 19.

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Aguadilla, Puerto Rico


Ruinas del Faro Punta Borinquen,
destruido por un tsunami en 1918.
Foto por: Galería de jps_pr
Aguadilla se fundó, según historiadores el año 1775 o el año 1780. Fue parte del territorio original de Aguada, que se segrego alrededor de 1780 para formar un partido independiente. Antiguamente se conocía como Aguadilla a toda la sección del territorio de Aguada comprendida en los actuales barrios de Victoria e Higüey. En este último barrio existía desde mucho antes del 1770 un poblado, que en 1776 Fray Iñigo Abad, en su descripción de los pueblos de la isla, menciona como el "nuevo Pueblo de San Carlos de la Aguadilla". Sin embargo, según don Agustín Stahl en su "Fundación de Aguadilla", no fue hasta 1780 que se fundó oficialmente el pueblo. La construcción de la iglesia parroquial y los trámites para independizarse del partido de Aguada y constituirse en partido independiente comenzaron en el 1775. El poblado de Aguadilla continuó aumentando constantemente en población debido principalmente al excelente puerto y a su estratégica localización en la ruta de los barcos. En el 1776, al independizarse Santo Domingo por primera vez, los adictos a España emigraron a Puerto Rico, principalmente a Aguadilla, lo que hizo que la población siguiera aumentando en importancia. En el 1831, según don Pedro Tomás de Córdova, el partido de Aguadilla pertenecía al partido de Aguada. Para esta fecha la organización territorial de Aguadilla era la siguiente: Pueblo Norte y Pueblo Sur, Ceiba Alta y Baja, Montaña, Malezas, Aguacates y Dos Palmas, Camaseyes, Plainela, Borinquen, Arenales, Higüey, Corrales, Victoria y Mangual. 

Don Pedro Tomás de Córdova hace mención de la rada de Aguadilla formada por la Punta de Borinquen y la de San Francisco, como el "fondeadero de los buques que viajan de Europa para La Habana y Seno Mejicano". Añade que su"puerto es de los mas frecuentados de la Isla por las proporciones que brinda su local para hacer aguada y reabastecer a toda clase de buque". 

En el 1861 Aguadilla recibe su declaratoria de Villa. Varios años mas tarde, al organizarse la Isla territorialmente en siete departamentos, Aguadilla pasa a ser cabecera del tercer departamento que comprendía los municipios de Aguada, Isabela, Lares, Moca, Rincón y San Sebastián. Ya en enero de 1841 una Real Cédula de Gracia había trasladado el partido judicial de la Aguada al pueblo de Aguadilla. En 1878, según don Manuel Ebeda y Delgado, la organización territorial de Aguadilla ha variado un poco. Para esta fecha no se mencionan los barrios Plainela, Higüey ni Mangual. El barrio Camaceyes aparece como Camaseyes, Vitoria como Victoria y Dos Palmas como Palmar. También para esta fecha se mencionan tres nuevos barrios: Guerrero y Caimital Alto y Bajo.

En el 1898 cuando el cambio de soberanía, la organización territorial de Aguadilla es la misma que en 1878. En el Censo de 1899, sin embargo, la zona urbana de Aguadilla aparece constituida por los barrios Higüey, Iglesia, Nuevo, Santa Bárbara y Tamarindo. El barrio Maleza aparece subdividido en Maleza Alta y Maleza Baja. Desde esa fecha la organización territorial de Aguadilla no cambio, hasta el 1948, cuando al preparar la Junta de Planificación de Puerto Rico el Mapa del Municipio de Aguadilla y sus Barrios, siguiendo instrucciones de las autoridades municipales, amplio la zona urbana del municipio, anexando al barrio urbano Higüey parte del barrio rural Caimital Bajo. Por lo tanto, la siguiente: zona urbana, constituida por los barrios urbanos Higüey, iglesia, Nuevo, Santa Bárbara y Tamarindo y los barrios rurales Aguacate, Arenales, Borinquen, Caimital Alto, Caimital Bajo, Camaseyes, Ceiba Baja, Corrales, Guerrero, Maleza Alta, Maleza Baja, Montaña, Palmar y Victoria.

Desde sus inicios, Aguadilla se caracterizo por ser una ciudad agradable y pintoresca. Sus vecinos se dedicaban a la agricultura y al comercio. Era famosa por la producción de chinas (naranjas).

Actualmente y de acuerdo con el censo de población de 2000, Aguadilla cuenta aproximadamente con una población de 64,685. Tanto los individuos como los pueblos se distinguen por el crecimiento físico y espiritual que desarrollan. Es interesante ver que le ha sucedido a Aguadilla desde 1775.

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miércoles, 10 de noviembre de 2010

Aguada, Puerto Rico

Ruinas Central Coloso

Hacen unos trescientos años, el 17 de septiembre de 1692, el Rey Carlos II de España (1665- 1700) emitió una Real Cédula de Gracia mediante la cual ascendió a la categoría de Parroquia Colectiva con Teniente a Guerra a cinco pequeñas villas de Puerto Rico: Aguada, Ponce, Arecibo, Coamo y Loiza. El honor de ocupar el puesto de primer Teniente a Guerra de Aguada, correspondió al señor Juan López de Segura. Valga decir que el Teniente a Guerra fue el antecesor de lo que hoy es el Alcalde. Este dato histórico nos señala que el 17 de septiembre del año 2009, Aguada cumplió 317 años de ostentar la categoría de Parroquia, o sea Municipio.

Sin embargo, no podemos perder la perspectiva de que ese no fue el nacimiento de Aguada, ya que éste ocurrió en el 1510, cuando Don Cristóbal de Sotomayor, lugarteniente de Don Juan Ponce de León, (1460- 1521) y por órdenes de éste, funda el primer poblado en el Sitio de la Aguada, con el nombre de Villa de Sotomayor. Este hecho nos convierte en el segundo poblado después de Caparra.

Hacemos esta aclaración, no con el ánimo de echar sombra al acontecimiento histórico de haber sido elevados a la categoría de Parroquia Colectiva con Teniente a Guerra, sino para aclarar las dudas de los que pudieran confundirse y pensar que el 1692 fue la fecha de la fundación de Aguada. Usando una personificación, podríamos decir que Aguada nació en el 1510, pero se vistió de largo por primera vez el 17 de septiembre de 1692, al alcanzar su mayoría de edad. Desdichadamente, algunos historiadores modernos han intentado arrebatarnos este honor de ser el segundo poblado de Puerto Rico, alegando que la Villa de Sotomayor sólo tuvo un año de existencia, ya que, en el 1511, fue atacada y quemada y asesinados todos sus moradores por los indios de la región, salvándose, malherido, solamente el intérprete Juan Gonzáles. Pero lo que no dicen estos mal llamados historiadores es que el pueblo de Sotomayor, cual Ave Fénix, resurgió de sus cenizas, en el mismo lugar, no una vez, sino muchas veces.

En ese mismo año de 1511, el Rey Fernando II de Aragón (1452- 1516) dispuso que se levantara un monasterio en la Isla de San Juan Bautista (Puerto Rico), lo cual dio origen a la Ermita del Espinar. Entonces ocurrió el cambio de nombre de Villa de Sotomayor al de San Francisco de Asís de la Aguada, por ser Franciscanos los frailes que vinieron a fundar dicho monasterio. Este fue terminado en el año 1516. Trece años después, en el 1529, los indios mataron a los frailes franciscanos del Espinal y quemaron la ermita, siendo su sangre la primera sangre mártir de Puerto Rico y quizás de todo el Nuevo Mundo. Tres años antes del acontecimiento mencionado en el párrafo anterior, en el 1526, el Rey Carlos I (1500- 1558) fundó, por Real Cédula de Gracia, el poblado permanente de Aguada. No somos los aguadeños, sino la historia, la que nos da el honor de ser el segundo pueblo de Puerto Rico, (1510) y la Cuna del Cristianismo en el Nuevo Mundo, (1529). ¡Y de eso se sienten los aguadeños realmente orgullosos!

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domingo, 7 de noviembre de 2010

Adjuntas, Puerto Rico

Gigante Dormido
Foto cortesía de: Oquendo
www.flickr.com

La ubicación de Adjuntas como punto intermedio entre Utuado y la costa sur, era propicio a principio del siglo XIX para la concentración de vecinos de esta región; motivados tal vez por la fácil apropiación de terrenos; las riquezas que les proporcionaba la naturaleza, la abundancia de aguas y árboles para ser usada en la fabricación de casas y para la venta. El comercio ilícito es visto también como móvil del asentamiento de los pobladores de Adjuntas. Este comercio se hacia con extranjeros a través de los puertos de la costa sur, quienes vendían animales y alimento a cambio de género y textiles y herramientas.

La proximidad de este tráfico, quizás explique la temprana concentración de vecinos en la región de Adjuntas, por lo que en 1805 se estableció una ermita. Los vecinos solicitaron de las autoridades eclesiásticas la erección de una nueva parroquia independiente ya que la distancia hacia difícil la administración de los auxilios espirituales a los feligreses; a tal efecto eligieron como su representante a Don Diego Maldonado. El 11 de agosto de 1815 se marca como la fecha de la promulgación de la fundadación del pueblo adjunteño.

El 20 de agosto del mismo año, el presbítero Don José Policarpio Pérez, le entrega al presbítero Don Pedro Antoín de Rivera, cura Rector de la matriz de Utuado, la documentación para que fuese aprobada y firmada, a lo que procedió de inmediato.

El 24 de agosto, regresa el cura Policarpio Pérez al pueblo, para la ya nueva parroquia; inspeccionó su iglesia y los ornamentos y demás utensilios, mas hallándola con el aseo y decencia posible, la bendijo según el ritual romano; celebrando luego la santa misa y dedicación del templo, a los santos patrones San Joaquín y Santa Ana, exhortando a la frecuencia de los Santos Sacramentos y asistencia a los oficios; para que quedara perpetua constancia, lo firmo en este pueblo, la fecha del 24 de agosto de 1815, siendo testigos, el Teniente a Guerra Don Juan José Vázquez, Don Tomas de Torres, Don Juan de Torres, Don Domingo Santaella, Don Antonio Colondres, Juan Serrano, Miguel Serrano, Juan Guillermo de Torres, Don Manuel González, Martín de Torres, Don Diego Maldonado y otros varios que por no saber firmar no lo hicieron y de lo que el cura dio fe.

El día 28 de agosto de 1815, fue celebrado el primer bautismo en la niña Jacinta, quien nació el 16 de agosto del mismo año, hija de Manuel de Santiago y Rafaela de Torres. El primer entierro fue el de Doña Tomasa Torres el 8 de noviembre de 1815. El primer matrimonio fue el de Don Diego Maldonado (viudo de Manuela Rodríguez) con María Juana Álvarez el día 20 de diciembre de 1815.

La utilización de la fuerza de trabajo fue siempre reducida en Adjuntas, a causa del limitado capital de los dueños de esclavos en este pueblo, el mantener un grupo grande de esclavos en medio de un ambiente donde predominan los bosques es visto con recelo por los esclavistas ya que el temor a fugas y levantamientos siempre estuvo latente en los sectores esclavistas y las montañas facilitaban estas acciones de los esclavos.
En el año 1815 el número de esclavos era de 26, desglosados en "1 padre, 4 madres, 13 hijos y 8 hijas". Similar número encontramos en 1820 con "3 padres, 5 madres, 7 hijos, 8 hijas para un total de 23 esclavos". En 1816, un año después de la fundación, Adjuntas tenia 3,240 habitantes. Mientras el pueblo crecía día a día, aumentando el número de habitantes, lo mismo ocurría en los barrios que le fueron asignados a la nueva municipalidad.

Se levantaron fincas de café y se cultivaban frutos para propio consumo de las familias campesinas, y a la vez traían a la población para la venta de los mismos. La crianza de ganado, caballos de montura y carga, y toda clase de animales iba en aumento. Se utilizaban maquinas movidas por fuerza animal o hidráulica para beneficiar el café, montando en algunas partes trapiches y trenes de fondos de hierro para hacer melao y azúcar morena.

La primera alcaldía se instalo en la esquina intersección de las calles Rodulfo González y Rius Rivera, donde hoy dia se encuentra la casa parroquial; aunque hasta el 1822 la alcaldía era anexo a la de Utuado. La zona urbana del municipio estaba constituida en el año 1824 por un total de 8 casas, y 4 bohíos, mientras que en el campo 120 casas y 42 bohíos esparcidos por todo el territorio. Los propietarios de las ocho casas ubicadas en el pueblo eran: la nombrada del Cura, Don Tomás de Torres (alcalde), J. Miguel Serrano, Dominga Santaella, Manuel Torres, Yonacio de Torres y Juan de Torres. Además se encontraba la parroquia en"regulares condiciones". El cementerio ocupaba el terreno que hoy día esta detrás de la farmacia Giannoni, Calle Santa Ana, esquina Dr. Barbosa. El cementerio con cerca de "madera deteriorada", y la cárcel que no estaba concluida.

La producción de café se intensificó durante las últimas décadas del siglo XIX, y estaba destinada principalmente a la exportación del grano hacia Europa, donde gozó de gran estima. Cuando algunos países latinoamericanos comenzaron a producir café, el precio del grano bajó considerablemente, y la producción en Adjuntas bajó. También el cultivo de cidra, la cual se procesó en Adjuntas y enviaba a los mercados europeos. Saliceti y Mattei de Adjuntas trabajaron en la producción, siembra y confección de cidra por muchos años. También la familia holandesa DeJong de Adjuntas quienes continuaron el negocio de cidra bajo la Corporación "Citron Export" en al Barrio Garzas de Adjuntas. La siembra de cidra mermó su producción por una extraña enfermedad que atacó las plantaciones del producto y afectó al mismo. Un huracán a final del siglo XIX (1898) causó grandes daños a la agricultura local, que necesitó varios años para recuperar. La población de Adjuntas fue ocupada por el ejército norteamericano en agosto de 1898, durante la Guerra Hispano Americana, estableciendo allí un puesto militar.

El presidente de Estados Unidos Theodore Roosevelt, de regreso a una visita de inspección de la construcción del Canal de Panamá y luego de visitar al Gobernador de la Isla, pasó en automóvil por Adjuntas. En una de sus cartas a su hijo Kermit, el presidente describió su viaje al interior de la Isla, señalando lo empinada de la cordillera y lo colorido del paisaje: "La próxima mañana regresamos en automóviles sobre diferentes y aún más bellas carreteras. Los pasos de la montaña nos hicieron pensar en una Suiza tropical. Tuvimos que cruzar dos o tres ríos donde bueyes con yuntas atadas a sus cuernos halaron los automóviles sobre el agua. En una pequeña aldea almorzamos al aire libre, muy bueno, con pollo, huevos y pan, y algún vino ofrecido por un acaudalado joven español que llegó desde una finca de café de los alrededores". Se cree que la alusión a la "Suiza tropical" de Roosevelt fue la que le dio el cognomento por el cual Adjuntas es conocido hoy día La Suiza del Caribe, la "Ciudad del Gigante Dormido" es una alusión al perfil de una montaña que se ve desde el pueblo.

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