El 24 de junio de 1820, un día de San Juan Bautista, el territorio de Ciales (La Ciudad de la Cojoba) se convirtió en un nuevo pueblo. Al celebrarse un proceso eleccionario en acorde a lo circunscrito en la Constitución del l8l2 y luego de haber asistido a misa resultó electo, entre otros funcionarios del gobierno local, Don Manuel Inocencio Maldonado como el alcalde constitucional. En diciembre de ese mismo año y según lo estipulado en la Constitución se procedió a la elección del nuevo ayuntamiento cuya posesión se efectuó en enero de 1821. En esa ocasión resultó electo el Capitán Poblador, Don Isidro Rodríguez Villalobos.
Después de haber sido un barrio del municipio de Manatí, Ciales pasó a independizarse mediante la iniciativa de sus vecinos, que en 1816 iniciaron gestiones solicitando autorización para establecer un pueblo separado de Manatí, por las razones que otros aducían en casos semejantes: lejanía de la capital municipal, mal estado o ausencia de caminos, imposibilidad de asistir a misa o recibir los sacramentos, lentitud de la justicia local y otras semejantes. Para llevar a cabo las gestiones fundacionales dieron poder a Isidoro Rodríguez Villalobos. Después de la toma de declaraciones a numerosos testigos y de practicar otras pruebas, la Diputación Provincial recomendó se aprobara la solicitud y se extendiera autorización para poblar.
En sus comienzos Ciales tenía cuatro barrios: Alto de la Jagua, Ciales Pueblo, Cuadrillera y Pozas. Tenía 1,061 habitantes, de los cuales una gran mayoría (944) eran blancos; entre mulatos y negros, incluyendo los esclavos, se contaban 117.
La economía de esta región, inicialmente basada en la ganadería, fue derivando hacia el cultivo del arroz, el maíz y frutos menores; la caña de azúcar sólo se empleaba para producir melado y aguardiente. La verdadera fuente de riqueza llegó con el cafeto, cuyo cultivo se extendió por los barrios Toro Negro, Frontón y Cialitos, aunque en otros también se cultivaba en menor escala.
Temprano en la vida municipal, Ciales recibió el aporte de numerosos inmigrantes que llegaron de Asturias, Mallorca, Islas Canarias y otras regiones de España. Muchos de ellos establecieron haciendas cafetaleras, otros almacenes, y estimularon la exportación del grano a diversos mercados extranjeros. Al amparo de la Real Cédula de Gracia dictada por Fernando VII, que ofrecía ventajas a los extranjeros católicos que quisieran radicar en Puerto Rico, llegaron también franceses, dominicanos, venezolanos y otros.
Ciales sufrió el impacto de los huracanes que atacaron la isla, especialmente; San Felipe (13 de septiembre de 1876), San Ciriaco (1 de septiembre de 1896) y San Ciprian (26 de septiembre de 1932).
Etimología: La palabra Ciales, según una versión adelantada por el historiador Cayetano Coll y Tosté, está relacionada con el apellido del General Luis de Lacy, héroe militar que se destacó en la Guerra de Independencia que libró España contra Francia. Luego, cuando en defensa de la Constitución se sublevó contra el Rey Fernando VII, Lacy fue vencido y echo fusilar por el Rey. Su nombre, pues, se disfrazó, dice Coll y Tosté, tras el anagrama Ciales. Pero en fecha reciente se han dado a conocer dos actas del cabildo de San Juan de 1734 y 1739, en las cuales se hace referencia a un Hato de Siales (con esa ortografía se escribía en aquella época) situado en Manatí, propiedad de un tal Pedro Otero, lo que desacredita la hipótesis del citado historiador, ya que la palabra era conocida antes de que naciera Lacy. Hoy se acepta el origen taíno de esta palabra, que aparentemente significaba sitio de piedras.
Gentilicio: Cialeños
Motes de Ciales: La Ciudad de la Cojoba
La Tierra del Café
Pueblo de los Valerosos
Después de haber sido un barrio del municipio de Manatí, Ciales pasó a independizarse mediante la iniciativa de sus vecinos, que en 1816 iniciaron gestiones solicitando autorización para establecer un pueblo separado de Manatí, por las razones que otros aducían en casos semejantes: lejanía de la capital municipal, mal estado o ausencia de caminos, imposibilidad de asistir a misa o recibir los sacramentos, lentitud de la justicia local y otras semejantes. Para llevar a cabo las gestiones fundacionales dieron poder a Isidoro Rodríguez Villalobos. Después de la toma de declaraciones a numerosos testigos y de practicar otras pruebas, la Diputación Provincial recomendó se aprobara la solicitud y se extendiera autorización para poblar.
En sus comienzos Ciales tenía cuatro barrios: Alto de la Jagua, Ciales Pueblo, Cuadrillera y Pozas. Tenía 1,061 habitantes, de los cuales una gran mayoría (944) eran blancos; entre mulatos y negros, incluyendo los esclavos, se contaban 117.
La economía de esta región, inicialmente basada en la ganadería, fue derivando hacia el cultivo del arroz, el maíz y frutos menores; la caña de azúcar sólo se empleaba para producir melado y aguardiente. La verdadera fuente de riqueza llegó con el cafeto, cuyo cultivo se extendió por los barrios Toro Negro, Frontón y Cialitos, aunque en otros también se cultivaba en menor escala.
Temprano en la vida municipal, Ciales recibió el aporte de numerosos inmigrantes que llegaron de Asturias, Mallorca, Islas Canarias y otras regiones de España. Muchos de ellos establecieron haciendas cafetaleras, otros almacenes, y estimularon la exportación del grano a diversos mercados extranjeros. Al amparo de la Real Cédula de Gracia dictada por Fernando VII, que ofrecía ventajas a los extranjeros católicos que quisieran radicar en Puerto Rico, llegaron también franceses, dominicanos, venezolanos y otros.
Ciales sufrió el impacto de los huracanes que atacaron la isla, especialmente; San Felipe (13 de septiembre de 1876), San Ciriaco (1 de septiembre de 1896) y San Ciprian (26 de septiembre de 1932).
Etimología: La palabra Ciales, según una versión adelantada por el historiador Cayetano Coll y Tosté, está relacionada con el apellido del General Luis de Lacy, héroe militar que se destacó en la Guerra de Independencia que libró España contra Francia. Luego, cuando en defensa de la Constitución se sublevó contra el Rey Fernando VII, Lacy fue vencido y echo fusilar por el Rey. Su nombre, pues, se disfrazó, dice Coll y Tosté, tras el anagrama Ciales. Pero en fecha reciente se han dado a conocer dos actas del cabildo de San Juan de 1734 y 1739, en las cuales se hace referencia a un Hato de Siales (con esa ortografía se escribía en aquella época) situado en Manatí, propiedad de un tal Pedro Otero, lo que desacredita la hipótesis del citado historiador, ya que la palabra era conocida antes de que naciera Lacy. Hoy se acepta el origen taíno de esta palabra, que aparentemente significaba sitio de piedras.
Gentilicio: Cialeños
Motes de Ciales: La Ciudad de la Cojoba
La Tierra del Café
Pueblo de los Valerosos
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